Santos Hernández Rodríguez nació en Madrid en 1873 y falleció en 1943. Cuando tan sólo tenía diez años comenzó un aprendizaje de vestimentas y adornos. Estos se hacían en una tienda que hizo parafernalia religiosa. Descontento con esa profesión, trabajó de aprendiz de Valentin Viudes hijo. Después de un corto tiempo, dejó la tienda de Viudes y fue a trabajar para José Ortega en Granada. Sin embargo en un tiempo corto regresó a Madrid y trabajó durante un tiempo para Saturnino Rojas. Y también en la tienda de Francisco González después de ser dirigido por el hijo. En 1893 se redactó Santos y fue asignado a una unidad de artillería durante los cinco años de su servicio militar. Fue enviado a Cuba para luchar en la guerra española-estadounidense. A la salida del ejército en 1898, parece haber abierto su propio taller en la calle Nicolás Salmerón.En 1905 fue contratado por Manuel Ramírez como su jefe para sustituir a Enrique García, que se había trasladado a Barcelona. Santos parece haber sido el luthier que estaba más involucrado en la construcción de la guitarra de Manuel Ramírez que dio a Andrés Segovia en 1912. Cuando Manuel Ramírez murió en 1916, Santos continuó trabajando para su viuda hasta 1920. En 1921, Santos abrió su propia taller en un callejón, La Aduana, en el centro de Madrid, edificio clásico de guitarras flamencas. Fue donde las guitarras de Santos Hernández se hicieron muy famosas. Santos fue reservado respecto a sus artes. Las guitarras de Santos Hernández fueron tocados por guitarristas notables como Luis Sánchez Granada, Regino Sainz de la Maza, Quintín Esquembre y guitarristas flamencos como Ramón Montoya, Niño Ricardo, Sabicas, Esteban de Sanlúcar, Manolo de Huelva, Manolo de Badajoz etc. Después de su muerte en 1943, su viuda continuó dirigiendo su tienda. Marcelo Barbero fue su empleado junto a Manuel de la Chica para hacer sus guitarras.
